Cómo castigar a un cachorro: ¿es correcto castigarlo?

A la hora de educar a un perro, hay muchas formas de poner límites y dejar claro qué comportamientos no son aceptables. Pero algunos castigos, como encerrarlo solo, deben evitarse. A continuación, justificamos esta postura y ofrecemos alternativas más eficaces y seguras desde el punto de vista psicológico.

También hemos hablado en la página sobre los golpes al perro y los métodos para no tener que utilizar la agresión física para castigar. Aunque no "duela", sigue siendo una agresión.

Pero entonces todo el mundo se pregunta: Vale, ¿y qué voy a hacer si no puedo azotar o castigar a mi perro? Pues para eso estamos aquí! No te preocupes, conseguirás educar a tu perro perfectamente sin utilizar estos métodos.

Cómo hacer para castigar o pelear con el perro cuando hace algo mal

No asociar aislamiento con castigo

Los perros son extremadamente sociables, por lo que no les gusta quedarse solos. Hasta aquí todo bien, si lo hicieran, castigarlos ni siquiera sería un castigo. El problema es que el perro asocia estar solo con una regañina y cada vez que tenga que estar solo, se sentirá aún peor. Siempre recomendamos hacer lo contrario: asociar el hecho de estar solo con cosas buenas. De esta forma, nuestras ausencias se enfrentarán amás tranquilidad por parte del perro y le causará menos sufrimiento, lo que redundará en menos posibilidades de que desarrolle ansiedad por separación o compulsiones, como estar lamiéndose la pata sin parar. Por ejemplo, antes de dejar a su perro solo, dele una golosina y salga del entorno. Vea aquí técnicas para dejar a su perro solo en casa.

¿Castigo o recompensa?

Imaginemos la escena: el guardián habla animadamente con los visitantes y el perro ladra para llamar la atención. Decidido a castigar al perro, el guardián va hacia él, lo agarra o le da órdenes, y lo acompaña al lugar del castigo. El centro de atención, por unos instantes, es el perro. El resultado es que, poco después de hacer lo que no debe, el perro se siente recompensado. Sin embargo, el castigo que vendrá después será ineficazCuando el perro logra escapar antes de llegar al castigo, a veces incluso jugando a atraparlo, gana aún más atención y se siente más recompensado por el mal comportamiento. Muchas veces es evidente cuánto se divierte el perro, amando ver al guardián tratando de atraparlo. Si fuera posible castigar a los perros en un truco de magia, sin necesidad de llevarlos hasta el lugar del castigo, el castigoPero incluso entonces, persistiría la asociación de fastidiar con estar solo. Recompensa a tu perro cada vez que le prestes atención, ¡incluso si esa atención es una regañina!

Vea al terapeuta canino Bruno Leite explicando la atención en forma de golosina:

Es cometiendo errores como se aprende

Para educar al perro a convivir con los humanos, nada mejor que el contacto prolongado entre ambos. La repetición de premios y reprimendas, según el perro actúe correcta o inadecuadamente, deja claros los límites y reduce los comportamientos inadecuados. Dada la importancia de la repetición, se utiliza la técnica de inducir al perro a cometer un error para reprenderle más a menudo. Por ejemplo, cuandopara adiestrarlo a no cruzar la calle, tratamos de estimularlo a ir para el otro lado lanzándole una pelota pequeña o mostrándole un gato. Las reprensiones resultantes, en las más diversas situaciones, ayudan al perro a comprender exactamente lo que no debe hacer y a saber contenerse. Si un perro salta y ladra para recibir visitas, lo mejor es reprenderlo en el momento exacto del salto y del ladrido. Cada vez que ladre o salte de nuevo, tardaráSi no surte efecto, lo corregimos. Con todo esto, el comportamiento incorrecto se hace evidente para el perro y se asocia a cosas desagradables. Estas oportunidades de educar, demasiado importantes, se desperdician cuando el "alumno" se aísla en otro lugar.

Sustitutos del castigo

En lugar de preocuparse sólo en castigar los errores del perro, siempre hago hincapié en que debemos tratar de enseñar los comportamientos adecuados y recompensarlos. Por ejemplo, si el perro salta para llamar la atención, en lugar de castigarlo lo mejor es enseñarle a sentarse para recibir afecto. El castigo, cuando sea necesario y útil para dar al perro una vida más agradable y cerca de las personas que le gustan, se puede aplicarsin tener que dejar al animal solo e inseguro. En primer lugar, la regañina debe ser instantánea. Preferiblemente, en el mismo momento en que se produce el comportamiento incorrecto. Mejor aún si es al principio del comportamiento, como cuando el perro empieza a abrir la boca para ladrar. Centésimas de segundo marcan la diferencia! La regañina más indicada es la que causa susto o incomodidad al perro, sinTanto el método de reprimenda como la forma correcta de aplicarla son esenciales y la eficacia varía según el perro, por lo que, en caso de duda, es importante buscar la ayuda de un adiestrador o conductista.

Vea al educador Gustavo Campelo hablando de la importancia de recompensar los comportamientos adecuados:

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